martes, 15 de noviembre de 2011

Un punto que jamas debemos olvidar

                                   PROGRESIVIDAD
                     
La progresividad es una herramienta fundamental para el buen desarrollo del juego y el espectáculo. Pieza clave de ésta, a pesar de su aparente importancia menor, es la tarjeta amarilla. Debe volverse a una correcta distribución por conceptos de las tres utilizaciones de esta tarjeta de que dispone el árbitro; es decir, evitar mostrar dos veces tarjeta amarilla por el mismo concepto o concepto similar, aunque se trate de jugadores distintos de un mismo equipo. La tarjeta amarilla que se muestra a un jugador es advertencia para todo el equipo, de tal manera que la siguiente infracción similar a la sancionada con tarjeta amarilla conllevará la sanción de 2 minutos, aunque se trate de un jugador distinto al primero. Debe hacerse entender al equipo defensor que la repetición de una misma infracción sancionada con tarjeta amarilla no conllevará esta misma sanción, sino la más grave de dos minutos (u otra de mayor trascendencia, si procediese). La tarjeta amarilla confirma los límites o criterios a los que nos hemos referido. El mérito técnico y táctico se impondrá sobre la dureza y la infracción, librando al espectador de imágenes excesivamente duras y confusas visualmente.
Clarificado el juego, resultará más sencillo discernir entre los distintos tipos de contacto, conforme a lo que se ha expuesto, premiando en cada caso a la defensa o al ataque; aplicar la Ley de Ventaja; y distinguir las situaciones de “no infracción”.

Carlos Marina - Árbitro IHF Argentina

Documento Extraído de la RFEBM

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